Por qué elegí Emacs como mi editor avanzado (1ª Parte)
Introducción
Hace mucho tiempo escribí un artículo de por qué uso un editor avanzado como programa principal para generar contenido en concreto y para trabajar en general en mi día a día. De hecho, lo normal es que casi todo el tiempo lo pase en ese programa, editor avanzado que en cualquier otro software. El artículo está aquí.
Aunque puse varias opciones de editores avanzados lo más que respetables al final después de muchos años he terminado, y lo hice como hace 15 años en Emacs y tengo que decir que a día de hoy no puedo estar más feliz.
Pero demos a todo esto un poco más de contexto y de una pequeña introducción histórica, y sí, ya estoy tan viejo que puedo dar clases de historia de mi vida, acerca de cómo he llegado a usar un editor de texto avanzado para mi día a día.
Mis primeros años en el mundo de la ofimática
Creo que tengo la suerte de empezar en un momento de la informática donde aún la magia era posible. Los sistemas basados en gráficos coqueteaban con los vetustos y todavía consolidadas aplicaciones y sistemas basados en texto y cuando encendías el ordenador lo primero que veías era un prompt, es decir, los símbolos C, dos puntos, una barra invertida y un cuadro blanco parpadeante, dando la sensación de una forma muda y natural de espera y eficiencia.
Para que lo entendáis el proceso era tal que encender el ordenador, ver una serie de letras y mensajes sin significado para nosotros y después de un rato el esperado símbolo C:\ . Una vez eso, escribías en la pantalla cosas como A:\ o DIR algo, luego algo como RUN.EXE y la magia empezaba, bien con algún programa, bien algún videojuego, cómo recuerdo los de Lucas Art, o ya posteriormente escribías WIN.EXE y se ejecutaba un entorno lleno de colores y unas cajas que se llamarían ventanas y que podíamos mover con el ratón.
Aún así, como digo programas imprescindibles en un formato entre gráfico y texto eran por ejemplo el DEFRAG o el SCANDISK eran habituales, así como editar las ficheros de inicio del MS-DOS para aumentar su gestión de memoria, añadir programas en el arranque del sistema u otras muchas cosas.
El asunto era que trabajar entre modo gráfico y modo texto era tan natural que la mayoría de aquella generación somos capaces de movernos ahora entre ambos entornos sin problemas.
Word Perfect y Microsoft Word
Yo también pude ver el inicio y auge de los programas de edición de ficheros de texto y posteriormente los programas para creación de archivos enriquecidos llamados también los llamados software WYSIWYG (acrónimo de «What You See Is What You Get») que traducido sería algo así como ("Lo que ves es lo que obtienes") principalmente hablamos de por un lado los procesadores de texto y por otro lado hablamos de las hojas de cálculo.
Aquella época aún estaba muy lejos de que se conocieran los paquetes ofimáticos en general y mucho menos la hegemonía absoluta del Office de Microsoft. Aún por entonces había mucha competencia con grandes procesadores de texto como el Word Perfect, el Microsoft Word, y otros como también el Microsoft Works.
Recuerdo como yo empecé a usar primeramente el Word Perfect aunque también me atrajo el Word de Microsoft aunque por aquel entonces aún estaba muy verde, como se suele decir, pero para alguien como yo que venía de aprender mecanografía con máquinas de escribir físicas era el paso lógico.
Office 95
El Office 95 fue la gran victoria de Microsoft sobre otros sistemas ya que aunque no el único, fue de los primeros que crearon el concepto de paquete ofimático, integrando de una manera bastante buena tanto su Word, como su ya bastante famoso por aquella época Excel, y su aún bastante desconocida y no muy usada base de datos Access, por aquel momento Dbase era la base de datos más usada en el mundo de los PCs clónicos con Windows. Por supuesto, ya todo integrado con lo que sería el popular PowerPoint, el paquete Office 95 que vino de la mano del también exitosísimo Windows 95 que fue un duro golpe en la mesa y la verdadera hegemonía de Microsoft en el mundo del PC en particular y el mundo de la informática en general.
En aquella época tengo gratos recuerdos y aunque ya empezó a molestarme el hecho de que Windows ya se lanzó de lleno al mundo de las interfaces gráficas, aún haciendo algunos arreglos se podía arrancar el PC en modo MS-DOS, como solíamos decir, para referirnos al modo texto, ya que MS-DOS aún tardaría de desaparecer realmente de Windows. Hay una historia muy divertida como el propio instalador de Windows 95 usaba tres entornos distintos para instalar Windows que podéis leer aquí.
Office 97
Como dije trabajé mucho en Windows 95 y en MS-DOS puede que más, pero di el salto completo y sin red a los procesadores de texto en general y al Office 95 en concreto, teniendo todos mis documentos en ese formato, entre apuntes de la carrera, documentos personales e incluso todos los documentos relacionados con el negocio familiar.
Pero la forma de trabajar de Microsoft, las grandes empresas y el software privativo que no sigue los estándares asomó la patita por primera vez en mi vida y lo hizo por la puerta grande.
Microsoft anunció Office 97. Un gran cambio haciendo el paquete ofimático mucho más integrado entre sí, con grandes mejoras, cambios y todo lo que uno pueda pedir, pero también vino con un cambio total en algo que se haría muy común en Office y es que documentos del Office 95 se veían completamente rotos en el nuevo Office 97. Bueno, también traía a Clippy y eso era bueno.
Esto le puede sonar a mucha gente, ya que Microsoft lo suele hacer cuando cambia de versión de Office, pero en este caso el cambio fue tan brutal que arreglar los documentos creados en Office 95 para que se vieran bien en el Office 97 era tan tedioso y desesperante que finalmente terminé por descartar la mayoría de lo creado anteriormente. Los más importantes pude exportarlos a algún formato intermedio como RTF y de ahí importarlo al nuevo Office pero aún así prácticamente todo el formato se perdía.
El descubrimiento de Latex
Después del cabreo que cogí tan grande por tanto trabajo perdido y tanta información prácticamente perdida, conocí Latex. Coincidió con la época donde ya dejé al pérfido Microsoft, ya que no aguantaba el Windows 98 y me pasé a GNU/Linux. En GNU/Linux no había Office por entonces, sólo StarOffice, de la extintan StarDivision, y bueno, descubrí Latex y ya todo no volvería a ser igual en mi vida.
Cómo curiosidad, en aquella época cada vez buscaba información sobre Latex, el antiguo buscador de antes me llevaba a páginas de dudosa ética, y cuando además eso lo haces en los ordenadores de un laboratorio de investigación universitario, justo cuando pasa por detrás tuyo algún profesor con cargo relevante, pues la situación podía ser, por decirlo así, como mínimo chistosa, por no decir otra cosa. También gracias a eso descubrí que había muchísimas mujeres maduras alrededor de la universidad que querían tener sexo concretamente conmigo.
Reconozco que por aquel entonces mis nulos conocimientos en informática hizo dura la transición de un procesador de texto a Latex. Por un lado, aprender lo que eran los textos enriquecidos, como son los DOC, RTF, etc, y en qué se diferenciaban de texto plano, por otro lado, aprender que son los lenguajes de marcado, pensad que no sabía casi nada de programación y además, resultaba que Latex no era GuisiGuisi (como decíamos un amigo y yo), por lo que una vez escribías, tenías que.. ¿hola? compilar el documento para que produjera un formato DVI (Device Independent), que luego se convertía a PostScript y posteriormente a PDF. En un futuro hablaré de Latex, desde un punto de vista más de su historia, la historia de los lenguajes de marcado y como ahora han vuelto a tener mucha relevancia gracias a la fama de otros lenguajes de marcado como Markdown o el propio HTML. El asunto es que tuve que cambiar toda mi forma de pensar y además Latex también permite automatizar parte del trabajo con programas hechos con su propio lenguaje que por un lado una vez lo entiendes hace que generes documentación profesional tales como tesis, libros, documentos científicos y técnicos a la velocidad de la luz, pero como digo, al menos para mí que soy bastante corto de luces, el cambio fue grande porque el ordenador ya empezaba a pasar a ser una máquina que automatizaba tareas a mi voluntad, a diferencia de una máquina de escribir muy avanzada que era lo que tenía con los procesadores de texto de la época.
Los editores
Pero creo que lo mejor de Latex fue precisamente el descubrimiento del texto plano. Documentos de 50 o 100 páginas de mis asignaturas de la carrera que ocupaban muchos megas y como digo había que tener cuidado de qué versión usases del procesador de texto porque igual en el futuro no te valían, ahora con el texto plano ocupaban apenas unos pocos kilobytes, y te olvidabas de tener que usar un determinado programa para ver la información o determinada versión de ese software. Tengo documentos de aquella época, de hace ya unos 30 años, sí soy muy viejo (sic), y con el software de Latex actual lo puedo compilar a pdf sin problemas ninguno y aparece tal y como lo ideé en su día.
Y luego, pues eso, al trabajar con texto plano, y ya que estaba en GNU/Linux, utilicé todo tipo de editores de texto, desde los más básicos a más avanzados tales como nano, joe, elvis y finalmente el maravilloso Vim.
Los IDEs
Luego cuando ya empecé a hacer mis pinitos con la programación, ya que con Latex y GNU/Linux se me fue quitando el miedo, aparecieron los IDEs. Los IDEs realmente empezaron como una necesidad concreta para un problema concreto que luego se convirtió en una solución no tan concreta para demasiados problemas, y uno por entonces era joven y tonto y con la excusa de no quedarse atrás y que claro lo moderno es necesariamente mejor, algo que aprendes a que no es cierto con la edad, y sí soy muy viejo (sic), pues los fuí probando todos también. Como digo el problema en concreto era programar en Java, el lenguaje que a principios del 2000 lo petaba en la universidad y las empresas y se creó editores hipervitaminizados hechos en Java, para ayudar a programar en Java principalmente. El problema de Java era y sigue siendo, que es pesado, lento, aunque es un lenguaje muy maduro y avanzado. Pero claro los IDEs heredaron eso, ser lentos y pesados y cuando se pusieron de moda y se pretendía que se usasen para programar en cualquier lenguaje, pues las ventajas iniciales se perdieron.
Luego llegó Atom, un editor hipervitaminizado pero que en vez de hecho en Java se hizo usando tecnología web y la cosa giró a otro asunto.
Un apunte a decir, es qué sé perfectamente que los IDEs son mucho más antiguos que Java, Eclipse, etc, y que además luego está la discusión de cuando pasa de ser un editor avanzado a convertirse en un IDE. Pero como digo, su auge y mayor expansión se dio como IDEs para Java y sobretodo lo popularizó mucho el IDE Eclipse. Creo que será más interesante hablarlo en otro artículo específico sobre ello y ver la historia, desarrollo y boom de los IDEs.
Vuelta a los editores
Como digo aún hay mucha gente que sigue trabajando con IDEs o Editores hipervitaminizados hechos con tecnología web, pero poco a poco mucha gente se está dando cuenta que lo que siempre ha funcionado, es lo que a pesar de modas, cambios de lenguajes, usos, etc, funcionará siempre. Hablamos de editores que han estado ahí, haciendo la programación de cosas que hacen que nuestro mundo sea el que es, como la banca o los sistemas de satélites. Antes de que el creador de Java o Python, o el último lenguaje de moda, aprendiese a comer y no cagarse al mismo tiempo. Hablo de cuando eran bebés claro, que sé que con la edad uno se va aproximando a eso también. Sí estoy viejo y ya veo el tártaro cerca (sic).
Bueno, pero llegamos a la parte molona, a la lucha de las luchas, al enfrentamiento entre el Bien y el Mal, el Orden contra el Caos, Emos vs Punks, la batalla por la humanidad en definitiva. Vim vs Emacs.
La Guerra Santa.
Aunque ya perdida un poco en el tiempo, en ocasiones, algún aciago informático, es capaz de buscar en las ruinas de algún grupo de Usenet y encuentra correos extraños de una Guerra Santa de Editores más antigua de lo que cualquier jovenzuelo de hoy en día, pueda recordar jamás, sobretodo ahora que sabemos que un joven medio tiene la memoria de un video de tiktok (no podía dejar de hacer el chistaco).
En esos correos antiguos y amarillentos y casi rotos donde los bits se escurren de las manos al cogerlos, se habla de la gran batalla de los dos aún mejores y más grandes, no voy a decir editores, sino software en general, de la historia de la informática. Una Guerra Santa que a pesar de lo que pudiera parecer, no ha hecho sino fortalecer a ambos bandos año tras año, y aunque los programadores que usan uno u otro editor, no son tan conocidos o tan mediáticos como otros programadores que usan editores mucho peores, su conocimiento es tan antiguo, tan profundo y tan elevado, que hace que ambos editores que tienen ya como unos 50 años, sigan siendo lo mejor que te puedes encontrar en la internet moderna.
Trabajar con esos editores, sobretodo cuando los descubres, es como cuando entras a unas ruinas egipcias, aztecas o mayas y descubres que milenios antes, tenían una tecnología que aunque a primera vista parece vetusta y desfasada, con ella han podido hacer cosas que ni los mejores ingenieros con las herramientas más modernas actuales puedan ni imaginar a día de hoy hacer.
Hablaremos de esta gran Guerra Santa, de este software milenario que moldeó el mundo y el internet actual y hasta los bailes del Fornite (bueno, eso no), y como fue su origen, desarrollo y situación actual.
Finalizando
Por el título del artículo ya sabéis, de qué bando soy, pero eso no quita que los que hemos participado en esa Gran Guerra admiramos tanto a nuestros aliados como a nuestros enemigos, eran tiempos más civilizados, y además esa Gran Guerra ha hecho al informático que soy ahora, maniático, cabezota, pesado de narices y muy dado a batallitas que no le interesan a absolutamente nadie como las que cuento en este blog.
Aún así, como decía aquel, el blog es mío y escribo lo que quiero, y además algo tengo que dejar a mis nietos que nunca tendré, pues lo veremos en futuras entregas.
No cambien de canal, no pierdan la sintonía y sobretodo permanezcan en sus asientos, bueno, mejor no que ser sedentarismo es la peor enfermedad de nuestros siglo.
Seguimos….
NOTA: Esto iba a ser un artículo corto sobre Vim vs Emacs pero es que al final…
